Se le conoce por participar en
la fundación de varios periódicos en la ciudad de La Paz. Su destreza, entrega y humanismo, aplicados en el periodismo,
hacen de Carlos Morgan Martínez un personaje destacado y reconocido en Baja California Sur. Como todo ser humano, con aciertos
y errores, Carlos Morgan, en su balanza de la vida, es reconocido por sus labores positivas a favor del periodismo, labor
de la que ya se ha retirado y deja, al duro juicio de la historia, la evaluación más precisa de su trabajo en el Estado. Veterano
de los medios de comunicación, Carlos Morgan Martínez ha vivido como pocos, todos los quehaceres en una empresa periodística,
combinando su formación profesional con la práctica, en el lugar de los hechos. Originario de la ciudad de Oaxaca, donde
nació en el mes de enero de 1922, desde muy joven se involucró en la actividad periodística, participando en ediciones estudiantiles
de secundaria y preparatoria. Sin embargo, su gran oportunidad y su inicio en las lides del periodismo a nivel profesional,
ocurre en la ciudad de Puebla, cuando en mayo de 1939 el coronel José García Valseca funda el diario “El Sol de Puebla”. Carlos
Morgan Martínez participó como reportero, redactor, corrector y finalmente termina como jefe de redacción del importante periódico,
considerado como “ pie veterano” de la organización periodística conocida como Cadena García Valseca y que llegó
a ser con el tiempo, gracias a la tenacidad y visión de su fundador, la empresa de periódicos más importante del país. “El
Sol de Puebla” fue una cantera donde se formaron personajes destacados de la comunicación, como Ernesto Centeno, Alfonso
Neri, Gastón García Cantú, Fernando Alcalá Sánchez y Daniel Molina, entre otros, que formaron una especie de fraternidad conocida
dentro de la organización periodística como “Los Once Hermanos”. Algunos de ellos permanecieron en Puebla y
otros, como Carlos Morgan, fueron llamados a participar en la fundación de otros periódicos de la CGV en diferentes ciudades
del país, como “El Occidental” de Guadalajara, “El Sol de México” del Distrito Federal, “El
Sol de Toluca”, “El Bravo” en Matamoros y “La Voz de la Frontera” en Tijuana. En 1964, Carlos
Morgan deja la Cadena García Valseca para emprender otros proyectos, siempre dentro del ramo de los periódicos. Radica en
la ciudad de Mexicali y Tijuana, donde participa como redactor en varios diarios como “El Mexicano” y “Nuevo
Mundo”. Pero su gran experiencia adquirida lo llevó a emprender proyectos un poco más personales y, en mayo de 1967,
con el apoyo del empresario Miguel Lanz Pérez y un grupo de compañeros, entre los que se encontraba don Tomás Limón García
(+), fundan en La Paz el periódico “El Sudcaliforniano”, que en sus difíciles inicios fue un semanario impreso
en la ciudad de Ensenada y trasladado vía aérea a la capital sudcaliforniana. En poco tiempo “El Sudcaliforniano”
pudo convertirse en trisemanario y para 1969 ya contaba con edificio y maquinaria para imprimirse en La Paz, lo que facilitó
su edición como diario. En ese tiempo las comunicaciones en el territorio de Baja California Sur eran muy complicadas,
ya que aun no estaba concluida la carretera transpeninsular. Esa fue la razón por la que “El Sudcaliforniano”
adoptó como lema “Vocero de integración regional” y desde entonces, se hicieron todos los esfuerzos posibles por
llevar las ediciones a los principales centros poblacionales de la entidad. Carlos Morgan Martínez es una persona pragmática,
que con gran facilidad transforma las palabras en hechos. Sus habilidades y conocimientos en la materia lo llevaron a fundar
en noviembre de 1973 la edición turística “The Baja Breeze”, siempre con el auxilio técnico de valiosos personajes
de los talleres, como don Mario Nava Ramírez (+), a quien recordamos como el primer diseñador profesional de publicidad en
Baja California Sur y también por diestros linotipistas como Gabino Escalante, María Luisa Castro y Jesús Montaño. “El
Sudcaliforniano”, a pesar de ser un medio de comunicación hecho por personajes foráneos, que enfrentaron una natural
resistencia de periódicos locales, poco a poco se colocó en el gusto de los lectores y bajo la tutela de Carlos Morgan, alcanzó
su crecimiento y consolidación como el periódico de mayor circulación en la entidad, con el esfuerzo de hombres y mujeres
muy valiosos como Benedicto Hernández Zepeda, María Luisa Castro (+), Héctor Villarreal Peña, Antonio Burciaga, Jorge Lenin
Torres (+), Antonio Salmón, Carlos Reyes, José Luis González Gallo, Rubén Ornelas Covarrubias, Luis Ernesto Servín, Hugo Ibarra
Loaiza, Francisco Arellano Acosta, entre otros más, que participaron en esa tarea con mucho entusiasmo.
En los talleres Mario y José
Luis Alcántara, Javier Aguilar, Andrés Martínez, Javier y Jorge Montes. A la par de “El Sudcaliforniano”, en
octubre de 1977 se funda en Ciudad Constitución el periódico hermano “Tribuna del Valle de Santo Domingo”, cuyo
director fue Tomás Limón García (+) y que a lo largo de siete años ejerció gran influencia en la zona. Tres años después
fundó en la ciudad de Ensenada el periódico “Tribuna”, empresa que no logró su consolidación y que al poco tiempo
de publicarse, tuvo que cerrar por pérdidas económicas. Pero este fracaso no minó el espíritu emprendedor de Carlos Morgan.
En ese tiempo “El Sudcaliforniano” ya era una empresa fuerte y, con su misma infraestructura técnica, se funda
en noviembre de 1987 el periódico hermano “The Baja Californian”, bajo la dirección de Larry Thompson. Esta edición
turística en inglés tuvo una vida de tres años. Fueron sus directores, además de Thompson, José Luis Lebrón y Larry Coleman. Carlos
Morgan Martínez fue bautizado acertadamente por los colegas Raúl Zavala Magallanes y Jesús Chávez Jiménez, como el “hacedor
de periódicos”. A esta frase yo agregaría también otra más que también define su personalidad y que sería “ formador
de periodistas”. Su preocupación permanente fue encontrar mano de obra especializada en el ramo del periodismo. No
eran muchos los que conocían los movimientos en los talleres de un periódico. Tampoco los que se especializaban en la redacción
periodística. Carlos Morgan Martínez se echó a cuestas la tarea de crear una nueva generación de periodistas, entre un grupo
de jóvenes preparatorianos que, a partir de 1985, formaron el grupo “Tribuna de la Juventud” que semanalmente
publicó una plana con sus escritos en el periódico “El Sudcaliforniano”, además de la revista estudiantil “El
Bachiller”. Participaron en este grupo Miryam Valtierra, Alfredo Ruiz Ochoa, Dante Arturo Salgado, Isidro Ibarra,
Juan Kenji Ito Larios, Marina Valtierra, Miqueas Bautista, Evaristo Murillo, Carmen María Colado Durán, Juan Alberto Estrada,
Armando Masao Ito Larios, Jorge Eloy Terán Torres, Elizabeth Wayas, entre otros. Algunos de ellos participan actualmente con
éxito en medios de comunicación y otros en la función pública y la iniciativa privada. En el año de 1988, Morgan Martínez
recibe su más alta condecoración en su carrera como empresario de la comunicación. Se trata del Premio Nacional de Periodismo
y la medalla “José Vanconcelos”, que le entregó en la ciudad de México la Asociación Mexicana de Editores. Por
diferencias con sus socios accionistas en la empresa propietaria de “El Sudcaliforniano”, en mayo de 1989 Carlos
Morgan deja la dirección y, en marzo de 1990 funda el “Diario Peninsular”, donde se integran trabajadores de talleres
y periodistas veteranos de “El Sudcaliforniano” y una nueva generación de reporteros. Con una fuerte inversión
realizada por un grupo empresarial de Los Cabos, “Diario Peninsular” no tardó mucho en penetrar y consolidarse
en el gusto del público lector. Para agosto de 1991, Morgan deja la dirección de “Diario Peninsular” y funda
en noviembre de ese mismo año el periódico semanal “Californio” que durante tres años sería un punto de relajamiento
en su intensa actividad. A la par de ese semanario, también alienta la creación del periódico en inglés “The Californian”,
que tuvo una vida efímera. A inicios de 1994, el empresario comundeño Alfredo Polanco Holguín y el periodista Federico
Riestra, invitan a Carlos Morgan a fundar un nuevo diario en la ciudad de La Paz, al que se le dio forma en septiembre de
ese mismo año, cuando nace “El Forjador”. Fue este el último gran esfuerzo del periodista Carlos Morgan, para
la apertura de foros de expresión pública. Su muerte, rodeado de sus familiares y seres queridos, fue pacífica, tranquila,
en paz. Pidió ser incinerado. Se negó a recibir un homenaje. Siempre fue así el, una persona humilde y muy querida por todos
sus amigos.
¡Descanse en paz el maestro Carlos
Morgan!
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